Explotación turística. Espacios del GSD
La República Dominicana guarda sus mejores secretos, sin tener intención de minimizar el interior del país, en la capital del Gran Santo Domingo.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los turistas aprecian de manera significativa la oferta de sol y playa que escasean en sus lugares de orígenes, hiriendo la retina con el brillo y el verdor que le ofrece esta hermosa isla.
Isla cargada de cocotales, vegetación profusa, playas de blanca arena, espuma agreste de un mar Caribe que se tongonea de manera cadenciosa con nuestra pegajosa música y un extraordinario, apacible y no menos hermoso Océano Atlántico, fulgurando tonalidades de azules y turquesas, dando por resultado un verdadero deleite de frescura que estimulan todos los sentidos.
Sin embargo la República Dominicana guarda sus mejores secretos, sin tener intención de minimizar el interior del país, en la capital del Gran Santo Domingo Metropolitano.
Sus espacios citadinos, que corresponden a una gran urbe, con un perfil de altas torres y un crecimiento sostenible en los últimos años, mantiene latente sus costumbres en sus interesantes zonas que la componen, con un potencial de desarrollo inimaginable.
Hemos escrito en otros artículos qué no sería de la Av. Winston Churchill si en horario nocturno se cambiara su uso a partir de las 8 pm para convertir, por ejemplo, los carriles oeste en una vía de dos direcciones reservando los carriles este para peatonización.
Peatonización y colocación de paragüitas y mesas, de forma que se potencialicen un desarrollo de cafés, pubs, zonas de esparcimiento nocturno con lo mejor de nuestra gastronomía, de nuestro folklor, de nuestros bailes autóctonos y, por qué no, las grandes muestras de una artesanía que cada vez más deja de ser incipiente para adquirir una auténtica personalidad de lo que somos.
Todo esto , a través de un Gran Plan de Fomento de Uso de los Espacios Públicos Abiertos, en un esfuerzo por evitar la propagación del covid-19 en tiempos presentes y futuros.
No cabe duda que el éxito comercial y turístico ante tal decisión dejaría grandes dividendos, no solo a la Alcaldía del Distrito Nacional, que al final de cuentas es a quien corresponde su organización, planificación y administración, siempre de mano con los planes sabiamente orquestados por los Ministerios de Turismo y de Cultura, catapultando la República Dominicana aún más en sus planes de expansión y promoción regional como Hub o Centro Histórico del Gran Caribe.
Por otro lado, urge crear corredores turísticos, utilizando tanto medios de transporte masivo representado por cómodos y confortables autobuses destinados solo para estos usos, así como ciclovías para bici que, con una plan orquestado por los mencionados Ministerios podríamos tener :
1- La Ruta Gastronómica de Santo Domingo, 2- La Ruta Romántica de la Ciudad, 3- La Ruta Histórica de la Ciudad Intramuros y de sus adyacentes orígenes y crecimiento de las Zonas Metropolitanas por períodos, 4-Bares y Diversión Nocturna del Gran Santo Domingo. 5-Recorrido por Zonas de la Parte Alta de la Ciudad-Vida de Pueblo y Marginalidad. 6- Santo Domingo y sus Museos, Recorrido a los principales centros de Difusión Artística.7- Villa Mella y la Cofradía del Espíritu Santo, Recorrido por las Zonas de Influencia de la Cultura Africana, Gagás, El Misterio del Sincretismo Religioso, 8- Villa Juana y su Cultura del Gran Teatro Danzante, la Escuela Callejera, la Ruta de los Talentos. 9- Santa Bárbara y sus Zonas de Los Artistas del Mural, 10- San Antón y su tradición Artesanal-Comunidad y Son Callejero con Bonyé. 11- Ruta de los Cocolos, gastronomía y fusión, 12- Ruta de Las Frituras del GSD, patrimonio cultural de la comida callejera popular.
En fin, serían muchos los programas para la explotación turística que lanzarían al ruedo de la gran competencia regional a la ciudad Primada de América, creando de esta manera una sinergia con nuestros grandes y exitosos Centros Turísticos del Este, del Norte , y ahora en un incipiente Sur y Sur profundo, que enriquecerá de manera significativa la oferta en este renglón a manera de valor agregado.
Si a los espacios de Santo Domingo Centro, representado por el tinglado comercial de la Av. Winston Churchill le agregamos Gascue, el DIDI Design District de Piantini, Las Frituras de la Av. Nuñez de Cáceres al final, las frituras de Villa Juana, las Pescaderías Mora de la Parte Alta, los puestos de Pollos Fritos, la ruta de la Comida Árabe con el Centro Sirio Libanes Palestino y los diferentes restaurantes árabes esparcidos por toda la geografía urbana, la comida italiana, la comida española con el Restaurant Vizcaya a la cabeza, la interesante comida argentina, las pizzerías desde la tradicional y única Il Cappo hasta las más variadas con sus particularidades, y también los Fast Foods, entonces, los focos de interés serán mayores y más rentables.
Cabe destacar el crecimiento que ha tenido en los últimos tiempos la Av. España con sus puestos de comida callejera en espacios públicos abiertos, lo cual podría constituirse en parte de los atractivos a ofrecer.
Y ni hablar del Malecón de Santo Domingo que ha crecido de manera exponencial en las preferencias de los capitaleños, aunque le faltan algunos correctivos para mejorarlo, tales como la solución de una ciclovía externa prefabricada, segregada de las zonas peatonales, a fin de evitar futuros conflictos entre ambas.
El otro aspecto, que ha sido mencionado en otros artículos, se refiere al fomento de los terrenos al norte del propio Malecón.
A través de exenciones fiscales se estimularía el desarrollo de zonas hoteleras de calidad y de restaurantes con vista al mar en terrazas, interconectadas a nivel de calle , con semáforos de botones para peatones, para unir las zonas hoteleras con las Folies o Carpas Temáticas de Velarías, estas, debidamente equipadas con plataformas de madera sintética para un uso de ventas de snacks y bebidas ligeras, en servicio tanto para los hoteles existentes en la zona, como para los transeúntes.
De esta manera, podremos tener un Santo Domingo Metropolitano más dinámico y vigoroso en la oferta turística y cultural, que brillará como faro de luz en el Centro del Gran Caribe Insular.
Por Ricardo Sánchez Columna
Fuente: Acento